Durante el periodo comprendido desde diciembre de 2018 hasta el 24 de mayo de 2023, la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador ha registrado un récord alarmante de 156,136 asesinatos en el país. Estos números confirman que el sexenio actual se ha convertido en el más violento de la historia reciente de México.
Los datos revelan una realidad desafiante y preocupante para el país, ya que la violencia y la inseguridad continúan siendo una problemática persistente. Los índices de homicidios han alcanzado niveles sin precedentes, generando una creciente preocupación entre la población y poniendo en evidencia la necesidad de tomar medidas contundentes para enfrentar esta crisis.
El incremento en los asesinatos durante este sexenio ha generado un profundo impacto en la sociedad mexicana. Familias enteras han sido afectadas por la pérdida de seres queridos, comunidades enteras viven en constante temor y la confianza en las instituciones encargadas de garantizar la seguridad se ha visto erosionada.
Ante esta situación, es necesario que las autoridades tomen acciones contundentes para revertir esta tendencia y brindar a los ciudadanos un ambiente seguro y pacífico. Es fundamental fortalecer las instituciones encargadas de la seguridad, mejorar la coordinación entre los distintos niveles de gobierno y promover estrategias integrales que aborden las causas estructurales de la violencia.
Además, es crucial fomentar la participación ciudadana y promover una cultura de paz, donde se promueva el respeto a los derechos humanos y se fomente el diálogo y la solución pacífica de conflictos. La violencia no puede convertirse en la norma, y es responsabilidad de todos trabajar juntos para construir un México seguro y libre de violencia.
En conclusión, el sexenio de Andrés Manuel López Obrador se ha convertido en el más violento de la historia reciente de México, con un preocupante récord de 156,136 asesinatos registrados. Es necesario redoblar los esfuerzos y tomar medidas contundentes para frenar esta ola de violencia y garantizar la seguridad y el bienestar de todos los mexicanos. La paz y la seguridad son derechos fundamentales que deben ser protegidos y promovidos de manera decidida y sostenida.
Por: María Elena Olmos