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El día que Coque Muñiz se enfrentó al "monstruo" del Himno Nacional

Foto del escritor: La Noticia al PuntoLa Noticia al Punto

Cantar el Himno Nacional de México es un honor reservado para momentos solemnes y de gran relevancia, como eventos deportivos de alto nivel. Sin embargo, lo que debería ser un momento de orgullo puede convertirse en un episodio que marque para siempre la carrera de un artista. Así lo vivió Jorge "Coque" Muñiz en 1988, cuando su interpretación del himno durante una pelea de boxeo en la Plaza de Toros de la Ciudad de México se convirtió en uno de los episodios más recordados de su trayectoria, aunque no precisamente por su éxito.

Un error que quedó en la memoria colectiva.

El 20 de marzo de 1988, durante la pelea entre Jorge "El Maromero" Páez y José Mario López, Coque Muñiz subió al escenario confiado, después de haber ensayado sin errores momentos antes. Sin embargo, al enfrentar el imponente recinto barrotado por millas de espectadores, un giro inesperado cambió la historia. Muñiz confundió las estrofas del himno, un error que rápidamente fue señalado por la multitud con abucheos, chiflidos e insultos.

"Cuando empiezo a cantarlo, yo escucho que me chiflan y pensé, ¿qué traen? No me di cuenta de inmediato que había cambiado una estrofa por otra", recordó el cantante recientemente en el programa En la cama con Alberto Peláez .

El precio del error: una multa histórica

El desliz no quedó solo en las críticas del público. La Secretaría de Gobernación, encargada de regular el uso correcto del Himno Nacional, impuso una multa de un millón de pesos a Muñiz, una cifra que en ese momento representaba un golpe financiero significativo. Aunque el cantante bromeó sobre la situación, diciendo que "tuve que hacer planas en el Zócalo", admitió que el error marcó su vida para siempre.

Un momento de reflexión y aceptación.

Coque Muñiz no evade la responsabilidad de su equivocación. "El que se equivoca en el himno es porque no hay excusa; es tu obligación saberlo", reconoció con honestidad. El impacto de aquel día lo llevó a enfrentar duras críticas y reflexionar profundamente sobre la importancia de su profesión y el respeto a los símbolos patrios.

Además, relató cómo enfrentó uno de los momentos más humillantes de su vida al abandonar el escenario en medio de los gritos del público, a quienes le pedían "regresar a la primaria". "Fue un estigma que me acompañará hasta el último día", confesó con un tono de resignación y humor.

La lección de un error inolvidable.

A pesar de la dureza del episodio, Coque Muñiz ha sabido mantener una carrera sólida en el mundo del espectáculo. Este incidente, lejos de opacarlo por completo, se ha convertido en una anécdota que él mismo ha aprendido a relatar con autocrítica y buen humor.

Hoy, su historia es una advertencia para quienes tienen el privilegio de interpretar el Himno Nacional: más allá de la preparación técnica, la seguridad y el respeto por el momento son fundamentales. Y, como dice el propio Muñiz, "cuando yo me vaya, seguramente dirán: '¿Quién se murió? Ah, el que se le olvidó el himno'".

Un recordatorio de que incluso los momentos más difíciles pueden convertirse en lecciones de vida.

Por Salvador Sánchez.


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