En un fallo emitido por un juez en Nueva York, se ha arrojado luz sobre acusación de fraude que pesan sobre Donald Trump y sus hijos, quienes supuestamente inflaron sus cuentas para obtener créditos bancarios, creando una fachada de riqueza multimillonaria. En resumen, el emporio Trump parece haber sido construido sobre un fundamento de engaños.
Esta vez, no se trata de las polémicas durante su presidencia, como la insurrección en el Capitolio acciones o su manejo de la pandemia. En su lugar, las acusaciones se centran en la presunta manipulación de activos y patrimonio neto por parte de Trump y sus hijos, lo que se considera un acto de fraude.
El juez Arthur Engoron ha rechazado la solicitud de desestimar la demanda civil por fraude presentada por la fiscal general de Nueva York, Letitia James. Esto significa que el caso avanzará hacia un juicio civil en los próximos días.
En este juicio, que se llevará a cabo sin jurado, Donald Trump y sus hijos, específicamente Donald Jr. y Eric Trump, serán acusados de mentir durante varios años sobre el valor de sus activos y su patrimonio neto. Estas supuestas falsedades tenían como objetivo obtener condiciones más favorables en préstamos bancarios y seguros.
El juez Engoron ha afirmado que Donald Trump y sus hijos son "responsables legalmente de violaciones persistentes" de la ley estatal de Nueva York, según informó CNN.
Donald Trump ha respondido a estas acusaciones argumentando que son parte de un complot en su contra debido a sus aspiraciones presidenciales. En un comunicado emitido después del fallo en su contra, el expresidente de Estados Unidos afirmó que el juez simplemente "está cumpliendo órdenes" y que esta acción legal es una respuesta a su posición como principal aspirante a la presidencia de Estados Unidos.
Si Donald Trump y sus hijos son declarados culpables en el juicio civil que está a punto de comenzar, podrían enfrentar una multa de 250 millones de dólares en daños y perjuicios. Además, se les impondría una prohibición de cinco años para ocupar cargos directivos en empresas en Nueva York, lo que podría poner en peligro el futuro de las compañías relacionadas con el imperio Trump, ya que también se les prohibiría realizar transacciones comerciales durante el mismo período.
Por Areli Rodríguez
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