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Entre enero y julio de este año, el costo financiero de la deuda pública alcanzó los 664,067 millones de pesos, un aumento del 4.1 por ciento respecto al mismo periodo de 2023, lo que representó el 2.5 por ciento del PIB. Este incremento refleja un panorama complicado, ya que se espera que al cierre de este año la deuda alcance el 3.6 por ciento del PIB, advirtieron analistas.
Con un aumento histórico en términos absolutos, el actual gobierno dejará una deuda de 6.6 billones de pesos, lo que pone en una posición delicada a la administración entrante de Claudia Sheinbaum. Analistas como Arely Medina de Citibanamex y John Soldevilla de Ecobi advirtieron sobre los riesgos de las finanzas públicas para los próximos años.
Medina destacó que en 2024 la deuda podría superar el 50 por ciento del PIB, mientras que Soldevilla prevé que alcanzará el 52.2 por ciento, niveles que no se veían desde la década de 1980. Ambos expertos coinciden en que sin una reforma fiscal, la deuda seguirá aumentando, y los recortes al gasto público serán difíciles de implementar.
A pesar del panorama complicado, la reducción de las tasas de interés por parte del Banco de México podría aliviar algunas presiones, ya que la mayor parte de la deuda está en moneda nacional. Sin embargo, el reto para el próximo sexenio será mantener la estabilidad fiscal frente a un déficit del 6 por ciento del PIB previsto para este año y la necesidad de recortar el gasto público, especialmente en áreas políticamente sensibles como las pensiones.
Por Areli Rodríguez
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