Gildardo López Astudillo, conocido como "El Cabo Gil" y presunto líder del grupo criminal Guerreros Unidos, fue detenido en un momento crucial, justo cuando se aproxima el décimo aniversario de la desaparición de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural Isidro Burgos de Ayotzinapa.
López Astudillo está acusado de estar directamente vinculado al caso de los normalistas desaparecidos el 26 de septiembre de 2014. Según el Registro Nacional de Detenciones, "El Cabo Gil" mide 1.75 metros de altura, tiene una complexión media y cabello corto. Actualmente, su estatus es "en traslado", lo que indica que está siendo movido a una ubicación no revelada públicamente, posiblemente para garantizar la seguridad del detenido y del proceso legal.
La captura de López Astudillo es vista como un avance significativo en la investigación sobre la desaparición de los estudiantes, dado que Guerreros Unidos, la organización que lideraba, ha sido un objetivo central de las autoridades en su búsqueda de los responsables. López Astudillo ya había sido detenido en 2015, y para 2020 se había convertido en testigo protegido de la Fiscalía Especial del caso Ayotzinapa. Durante ese tiempo, ofreció cuatro declaraciones contradictorias sobre su participación, que oscilaban entre negar cualquier vínculo con Guerreros Unidos y afirmar que era jefe de plaza.
Además de estar relacionado con la desaparición de los 43 normalistas, "El Cabo Gil" también fue señalado por delincuencia organizada. Se le atribuye ser el contacto clave entre Guerreros Unidos y sus bases en Iguala. Según las investigaciones, fue López Astudillo quien alertó al líder del grupo criminal, Sidronio Casarrubias, sobre la presencia de los estudiantes la noche del 26 de septiembre de 2014, hecho que desencadenó la tragedia.
Esta detención reaviva las esperanzas de obtener justicia en un caso que ha marcado a México durante la última década.
Por Carlos Aguilera
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