En medio de la intensa temporada electoral que vive México y Estados Unidos este año, el presidente Andrés Manuel López Obrador se encuentra en el ojo de la tormenta tras una investigación periodística que sugiere que la Administración de Control de Drogas (DEA) posee información que lo se vincula con fondos provenientes del narcotráfico durante su campaña presidencial de 2006, llegando hasta la cifra de 2 millones de dólares.
Durante su conferencia matutina del miércoles 31 de enero, el mandatario mexicano rechazó enfáticamente las acusaciones, calificándolas como "viles calumnias" y argumentando que carecen de pruebas. López Obrador señaló que la publicación de la investigación, realizada por el periodista Tim Golden en la organización Pro Publica, es parte de una estrategia orquestada debido al contexto electoral.
Este episodio marca otro desencuentro en la ya tensa relación entre el presidente mexicano y la DEA. No es la primera vez que López Obrador expresa su descontento hacia la agencia estadounidense de seguridad. En enero de 2020, la DEA destacó a los cárteles mexicanos como la principal amenaza para la seguridad en Estados Unidos, una postura que ha mantenido durante la gestión de López Obrador, particularmente enfocada en el tráfico de fentanilo.
Las discrepancias escalaron en 2020 cuando México suspendió la inmunidad para agentes extranjeros y limitó sus contactos con investigadores mexicanos, afectando las operaciones de la DEA en el país. Además, la repatriación del general Salvador Cienfuegos generó tensiones, ya que México retiró los cargos en su contra una vez repatriado, posteriormente retuvo visas de agentes de la DEA y disolvió un grupo antidrogas que colaboraba con la agencia estadounidense.
La visita de la vicepresidenta Kamala Harris en julio de 2022 intensificó las fricciones. Se filtró información sobre la solicitud de Harris de detener a Rafael Caro Quintero, presunto asesino de un agente de la DEA. A pesar de la captura de Quintero, López Obrador afirmó que la DEA no estuvo involucrada, generando más desconfianza.
El presidente mexicano también criticó la supuesta infiltración de la DEA en el Cártel de Sinaloa en 2022, acusándola de actuar de manera abusiva y prepotente. Estos desencuentros se suman a la reciente investigación que vincula a López Obrador con fondos del narcotráfico, desmentida por el mandatario y cerrada por la DEA.
En medio de crecientes tensiones y acusaciones, la relación entre México y la DEA parece atravesar un momento crítico, exacerbado por disputas políticas y cuestionamientos sobre la autonomía del gobierno mexicano en temas de seguridad.
Por Amanda Pérez
Comments