Claudia Padilla y sus "Algoritmos" de hoy 23 de mayo
- La Noticia al Punto
- 23 may
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Este viernes nos encontramos con los que no cuidan a sus muertos, los que piden ya paren y los que se van.
NO SE PUEDE
Lo que no se puede creer es lo que hizo el Instituto de Salud Pública del Estado de Guanajuato (Isapeg) al tratar de sancionar a una persona muerta, es cuando uno no sabe si reír o llorar, porque parecería de risa pero es cosa seria.
Y es que ahí le va, imagínese que dieron una sanción ejemplar al exdirector del Hospital Comunitario de Huanímaro, Carlos BombelaTorres, por tráfico de influencias, nada más que hay un pequeño problema, él ya estaba muerto, pero desde hace más de un año.
La incompetencia del órgano interno de control lo inhabilitó, ¡más!, el 21 de abril pasado, imagínese usted que todavía lo notificaron.
Primero, lo primero ¿cómo no se dieron cuenta que ya había fallecido? ¿Les habrá dado pena?
Y es que todavía la sanción se publicó en el Registro Estatal Único de Servidores Públicos Sancionados de la Secretaría de la Honestidad, ¡ja!
Según la publicación, Bombela Torres estaría inhabilitado hasta el 2033, va otro ¡ja!, la risa ya es de nervios, pues la inhabilitación se dio desde que murió.
Pues… las instancias del Isapeg no se dieron cuenta de nada.
Lo preocupante es que las sanciones de un delito en el interior de la dependencia se dan así y de esta forma, sin corroborar incluso si aún viven o mueren.
La pregunta es (porque tengo muchas) qué pasará con aquellos que no corroboran, quienes sancionan por sancionar.
Caso cumplido, caso cerrado
JUSTICIA
“Dejen de asesinar a sus hermanos”, con esa frase empiezo ese tema, pues es una forma de decir “ya basta” ante las ejecuciones de los feligreses de la iglesia católica, yo lo pondría en general, deberían de cesar las muertes en todo Guanajuato.
La primera frase la dijo el arzobispo de León, Jaime Calderón, en la misa de los siete muertos en la comunidad de San Bartolo de Berrios, en San Felipe.
Los jóvenes festejaban el día de las madres en la parroquia cuando un grupo de hombres armados comenzaron a dispararles.
Esto no solamente desató la furia de los pobladores sino también de los eclesiásticos.
Pero la masacre consternó a todos los guanajuatenses, pues no es el primer ataque a feligreses; en total en el estado suman 26 masacres.
¿Una llamada de atención por parte de la iglesia? -tal vez- pero debería de exigir una llamada de atención hacia el gobierno por parte de todos los guanajuatenses cansados del crimen organizado, las ejecuciones y los homicidios.
Dirán lo que dirán, pero ni todas las corporaciones policiacas han dado el ancho para combatir a quienes tienen mejores armas, no lo digo yo, lo dicen las mismas autoridades.
No hay que normalizar los homicidios, porque ya se nos hizo costumbre.
Ni al pan pan, ni al vino vino
SALIDAS
Eso es lo se está dando en León, en la administración de Alejandra Gutiérrez Campos, ahora según por supuestos motivos de salud renunció Arturo Navarro Navarro, quien ya llevaba un mes de licencia.
Nada más hay que recordar que es el tercer secretario del Ayuntamiento que renuncia en la administración de la presidenta municipal de León.
El primero fue el actual secretario de Gobierno, Jorge Jiménez Lona, luego fue Mario Enríquez Carrillo, ahora Navarro Navarro.
Como encargado de despacho fue Luis Miguel Aguirre Aranda.
Quisiera pasar por alto algunas cosas, pero no todo es casualidad y no todo es salud.
Todos tendrían motivos personales, pero algo raro pudiera suceder.
Lo más sonado es lo más tostoneado…
Yo este viernes me despido entre los vivos, nos vemos la próxima porque recuerde que el que “no cae, resbala”.
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