En una jornada tumultuosa, cientos de ciudadanos irrumpieron en el Pleno del Congreso al grito de "¡fuera el PRIAN!" y "¡que se vayan!", exigiendo la retirada de los diputados del PRI y del PAN de la elección del gobernador interino. La situación alcanzó su punto álgido cuando los manifestantes, tras ingresar a las tribunas, lanzaron consignas y desplegaron gases lacrimógenos.
Diputados destacados como Iraís Reyes y Sandra Pámanes urgieron a Mauro Guerra, presidente del Congreso, a suspender la sesión debido al tenso clima reinante en el recinto. "¡Usted será el responsable de lo que pase!, ¡usted tiene que suspender la sesión aunque después la reinicie!", exclamó Reyes en medio de la creciente tensión, mientras los manifestantes persistían en sus consignas y alteraban el mobiliario del recinto.
En respuesta, Mauro Guerra atribuyó directamente a Samuel García la responsabilidad de los disturbios, denunciando la interferencia del Ejecutivo en las funciones del Congreso. La transmisión en vivo de la sesión a través de YouTube fue interrumpida, dejando a la audiencia en la incertidumbre sobre los acontecimientos en desarrollo.
Con el caos desatado, Guerra solicitó la intervención de la Fiscalía y de las fuerzas policiales para contener a los manifestantes. Hasta las 19:15 horas, la sesión no había sido interrumpida, pero la situación continuaba tensa en el interior del Congreso, reflejando la profundización de la crisis política y la creciente polarización en la región.
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