Carlos Salcedo se despidió del Cruz Azul de forma sorpresiva, ya que se estaba afianzando en el equipo cementero. Un tema familiar fue el que terminó la relación laboral que existía entre el defensa y el club capitalino. Ahora, dos semanas después de haberse anunciado su salida de la 'Máquina', el experimentado jugador de 30 años fue presentado como refuerzo de los Bravos de Juárez.
A través de un comunicado por parte de la institución fronteriza, se confirmó el acuerdo entre el nacido en Guadalajara y los Bravos. Se menciona que el zaguero se convertirá en el nuevo refuerzo en la última línea para el equipo de Juárez. Salcedo se va a incorporar a la concentración en St. Louis, Missouri, donde se encuentra el equipo disputando la Leagues Cup.
El defensor nacido en Guadalajara fue confirmado este domingo a través de un comunicado en redes sociales. En la información brindada se deja claro que Carlos llega para reforzar la última línea para las competiciones de la Leagues Cup y de la Liga MX. Su experiencia y calidad pueden llevarlo a convertirse en la pieza perfecta para salir de la zona baja de la tabla y poder pelear por un puesto en la liguilla. Cabe recordar que ya ha transcurrido una cuarta parte de la temporada.
"El futbolista de 30 años y nacido en Guadalajara, Jalisco vivirá su segunda etapa con el equipo juarense después de la que tuvo durante un año en la temporada 2022-23, en la que disputó 30 partidos y acumuló dos mil 688 minutos con los Bravos", menciona el comunicado. "Salcedo cuenta con más de 290 partidos en primera división, además de una trayectoria internacional en cuatro países diferentes, en la que destacan el fútbol italiano de la Serie A con la Fiorentina y la Bundesliga de Alemania con el Eintracht Frankfurt".
El cuadro fronterizo le dio una cálida bienvenida y reconoció toda su exitosa carrera tanto en México como en el extranjero. Desde sus inicios en la MLS, su llegada a México para jugar con las Chivas y su aventura por Europa, el defensor ha conquistado títulos en el viejo continente y en suelo azteca.
Por Angel Soto
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