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¡“Canta y no llores” bajo el cielo de Roma! Papa León XIV entona Cielito Lindo en plena Plaza de San Pedro junto a mariachi mexicano

  • Foto del escritor: La Noticia al Punto
    La Noticia al Punto
  • hace 5 días
  • 2 Min. de lectura

En un momento insólito y lleno de alegría, el Papa León XIV sorprendió a miles de fieles este miércoles al cantar Cielito Lindo mientras recorría la Plaza de San Pedro en el papa móvil. Acompañado del mariachi del Gran Ballet Nacional de México, el Pontífice no ocultó su entusiasmo por la música tradicional mexicana, que se hizo presente previo y durante la Audiencia General.


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Antes del inicio oficial de la audiencia, el ambiente festivo se apoderó del Vaticano con interpretaciones vibrantes de temas como El Son de la Negra, Camino Real de Colima, El Jarabe Tapatío y, por supuesto, Cielito Lindo. La música emocionó tanto a visitantes como a peregrinos que llenaron la emblemática plaza, y culminó con la imagen del Papa entonando con entusiasmo la famosa canción mexicana, generando aplausos y sonrisas por doquier.

Una vez concluido el recorrido musical, el Papa León XIV dedicó su catequesis a la Pascua de Jesús, subrayando la importancia de la palabra “preparar”. Invitó a los fieles a reflexionar sobre los espacios interiores que necesitan reordenarse para recibir al Señor.

“No solo se trata de preparar la Pascua litúrgica, sino también la de nuestra vida”, afirmó el Papa. “Cada gesto de disponibilidad, cada acto gratuito, cada perdón ofrecido por adelantado, cada esfuerzo aceptado con paciencia es una forma de preparar un lugar donde Dios puede habitar”.

Con un llamado profundo a la introspección, el Obispo de Roma motivó a los presentes a pensar en qué deben soltar, cambiar o aceptar para abrirle paso a Dios en sus vidas.

Finalmente, concluyó con una poderosa imagen espiritual:

“Si acogemos la invitación a preparar el lugar de la comunión con Dios y entre nosotros, descubrimos que estamos rodeados de signos, encuentros, palabras que nos orientan hacia esa sala, espaciosa y ya preparada, en la que se celebra incesantemente el misterio de un amor infinito, que nos sostiene y siempre nos precede”.

El canto, la música y la fe se unieron este día en el Vaticano, dejando una estampa inolvidable del Papa León XIV al ritmo del alma mexicana.

Por Salvador Sánchez


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