El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, firmó una ley de financiamiento de emergencia que mantiene al gobierno federal en funcionamiento hasta el 14 de marzo, evitando un cierre de fin de año que parecía inminente. La legislación, aprobada por el Senado con una votación de 85 a 11 y previamente por la Cámara de Representantes, llegó a la Casa Blanca en la madrugada del sábado.
La ley incluye más de 100 mil millones de dólares en ayuda para víctimas de desastres naturales y agricultores, según un comunicado de la Casa Blanca. Sin embargo, deja las decisiones de gasto a largo plazo en manos de la futura administración de Donald Trump, quien asumirá la presidencia el próximo enero.
Crisis política y el peso de Trump
El proceso para evitar el cierre fue caótico, marcado por el colapso de dos propuestas iniciales impulsadas por el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson. Estas iniciativas sucumbieron bajo la presión de Trump y el empresario Elon Musk, quienes criticaron abiertamente los aviones en redes sociales.
Trump, con un fuerte control sobre el Partido Republicano, condicionó su apoyo a la inclusión de medidas para eliminar o aumentar el límite de la deuda nacional antes de su toma de posesión. Sin embargo, su influencia encontró límites cuando 38 legisladores republicanos rechazaron el paquete de financiamiento revisado.
Musk intervino respaldando públicamente la medida a través de su plataforma X (antes Twitter), lo que permitió avanzar con el plan aprobado. A pesar de ello, la incertidumbre persiste, ya que el Congreso elegirá un nuevo presidente de la Cámara el 3 de enero, y los sectores más conservadores del partido podrían intentar desbancar a Johnson.
¿Qué riesgos implicaba un cierre de gobierno?
De no haber firmado la ley, el gobierno federal habría cerrado parcialmente, afectando a millas de trabajadores que habrían quedado sin sueldo temporalmente. Aunque servicios esenciales como el control del tráfico aéreo y la seguridad en aeropuertos habrían continuado, la paralización habría tenido un impacto significativo durante el periodo vacacional.
“El presidente de la Cámara de Representantes hizo un buen trabajo aquí, dadas las circunstancias”, reconoció Musk. “Pasó de un proyecto de ley que pesaba libras a un proyecto que pesaba onzas”.
La ley de financiamiento proporciona un alivio temporal, pero las tensiones en el Congreso y las demandas de Trump y sus aliados auguran una negociación compleja en los próximos meses.
Por Angel Soto
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