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El 10 de mayo estaba marcado en el calendario para las corridas de toros, sin embargo, un nuevo giro en el debate ha pospuesto el evento hasta el 13 de mayo. Esto ocurre en medio de un contexto legal complejo, donde el Cuarto Tribunal Colegiado en materia Administrativa de la Ciudad de México ha concedido un amparo a AnimaNaturalis contra la omisión de las autoridades federales en la verificación del trato a los toros.
Los magistrados han reconocido la limitación de su poder para sancionar actos previos a la concesión del amparo. No obstante, han ordenado a la SADER cumplir con su deber de proteger el derecho a un medio ambiente sano y a la salud animal, según lo establecido en la Ley Federal de Sanidad Animal. Este marco legal exige que el sacrificio de un animal no destinado al consumo humano solo se justifique en casos de sufrimiento extremo debido a accidentes, enfermedades o incapacidad.
¿Por qué persisten las corridas de toros a pesar de estas controversias legales y éticas? Aunque en algunos países estas prácticas son ilegales, en naciones como España, Francia, Portugal, Colombia, Ecuador, México, Perú y Venezuela, las corridas aún son legales. En el caso específico de México, la Suprema Corte de Justicia de la Nación revocó una prohibición previa en la Plaza México en diciembre de 2023, permitiendo su retorno en enero de 2024 después de 600 días de pausa.
Los defensores de la tauromaquia argumentan que los toros criados para este fin no forman parte de un ecosistema natural, sino que son específicamente criados para el espectáculo. Sin embargo, este punto de vista es objeto de debate y crítica por parte de los animalistas, quienes cuestionan el bienestar y la ética detrás de estas prácticas.
El futuro de las corridas de toros sigue siendo un tema candente, donde las consideraciones legales, éticas y de bienestar animal están en juego.
Por Alejandra Martínez
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