Este domingo nos encontramos con los que ya fueron despedidos
Hasta siempre
La muerte de Alejandro Martínez Noguéz “El Llanero Solititito”, más bien dicho el asesinato a sangre fría, ha detonado la falta de protocolo en contra de los periodistas, muchos de ellos se han acercado con las autoridades, otros con los compañeros que están de mediadores con la Secretaría de Gobierno.
Pero en ninguno de los casos funcionan, y no es por crítica, es por los resultados palpables, tres periodistas han sido asesinados en este sexenio que hacen que se pongan una alerta roja, pues hasta por cubrir te matan.
Pero primero vámonos con los números del 2019 a la fecha han sido 89 periodistas los que se han acercado al Consejo Estatal a Personas Defensoras de los Derechos Humanos y Periodistas, por lo menos la cifra oficial, habrá más que por temor mejor se quedan callados.
Pero ¿qué es este Consejo? Lo pongo textualmente “El Consejo Estatal es un órgano de deliberación, vinculación, coordinación y consulta que tiene por objeto emprender acciones para el fortalecimiento de la libertad de expresión y la defensa de los derechos humanos, así como otorgar medidas de protección a las personas defensoras de derechos humanos y periodistas que se encuentren en riesgo por su labor”, ¿será?
Y hago la última pregunta porque los únicos que dirán que sí serán los que ahí participan.
Se podrá confundir la libertad de expresión para algunos, porque si ocultas las cosas entonces estás a favor pero sino estás en contra.
La incongruencia del mismo lado…
Adiós
Y es que ahora sí se conmovieron las autoridades de dientes para fuera con la muerte del “Llanero” quien incluso ya fue sepultado, porque según se solidarizan con todo el gremio que ahora también está golpeado por la delincuencia.
Salir a cubrir una nota policiaca representa para algunos la ausencia para las familias.
Y se considera una falta de respeto decir que lo lamentan, claro que lo lamentamos y más los periodistas los que andan a pie, los que de eso viven.
Un boletín mal escrito, que no fue hecho por periodistas no vale, al contrario es una falta de respeto.
Porque un papel no es una condolencia.
¡Qué lamentablemente!
Ni con escoltas
Tan mal están las cosas que después del 2022 que lo amenazaron con matarlo, traía dos escoltas, que aún con ellos fue acribillado, incluso el gobierno municipal de Celaya dijo que el ataque fue directo al comunicador.
En su comunicado hubo varias inconsistencias como que primero fueron dos tránsitos lesionados, pero con todo y esto tuvieron la fuerza de llevar a Alejandro al hospital donde murió.
Es decir los héroes fueron ellos quienes no pudieron hacer nada para salvar la vida del periodista.
Aquí no aplica a lo que sigue…
Yo este domingo me despido en medio de la inconsciencia y las lamentaciones, nos vemos la próxima porque recuerde que el que “no cae, resbala”.
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