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Foto del escritorLa Noticia al Punto

Algoritmos del 15 de febrero, por Claudia Padilla


Este jueves nos encontramos con que el amor y la amistad no se llevan con la política y terminan con los sueños de algunos


Ni flores le aventaron

Mario Bravo Arrona, secretario de Seguridad, Prevención y Protección Ciudadana en León fue “despedido” por sus compañeros con quienes estuvo desde la administración de Héctor López Santilla, donde acumuló 3 mil delitos desde el 2019.


Todo tiene un porqué, no solamente se trata de decir que lo sacaron de su cargo y ya, para empezar, fue un personaje que le impusieron a Alejandra Gutiérrez Campos, pues con él se bajaría la inseguridad, aunque fue remarcado que solamente un poco en el 2022, pero después en el 2023 no les daba lo duro sino lo tupido, todos los delitos subieron.

Peo ahora hay que ver si la alcaldesa de León acordó esta salida con el estado o es un desmarque que le puede dejar secuelas no muy buenas.

Mario Bravo quedó como secretario por una orden del mismo gobernador, pues era su escolta y de toda su confianza, por eso lo recomendó (ordenó) qué el quedará al frente la dependencia en León.


Ya entre dientes la alcaldesa decía que habría cambios que sabían algunos desde hace algunas semanas, así se dio directo.

En su lugar nombró a Jorge Guillén Rico, quien era subsecretario de Seguridad Pública en León, quien tiene una carrera policial de más de 30 años.

Se dice que tienen capacitaciones en asalto y combate táctico israelí, manejo de crisis por explosivos (debería de ayudar a Celaya), entre otros.

También fue director de Policía en romita, pero también fue escolta del secretario de Seguridad Pública del Estado.

Los cambios se dieron por Alejandra y ahí están, ahora veremos qué tanto avanza en el tema que azote a los leoneses.

En el caso de Mario Bravo Arrona

Le aplicaron la de gracias, no eres tú soy yo…


Violencia de género

En ocasiones el tema de razón de género es un complicado, no todos lo entienden, los políticos menos, que a veces no pueden dejar de lado su cargo y confunden un tema por otro.

En el caso de Cortazar, el Tribunal Electoral Federal confirmó la resolución del Tribunal Estatal Electoral de Guanajuato que acreditó la violencia política de género con al síndica Erika Lissete Patiño Martínez por parte del presiente municipal, Ariel Corona, al igual que varios miembros del ayuntamiento y del gabinete.

Esto porque se les olvidó que tienen que cubrir protocolos y ellos se negaron a cubrirlos como la negativa de licencia del parte, tanto porque no se sesionó vía Zoom y la negativa del tesorero Eduardo Ojeda a dar respuesta formal a la solicitud de pago de gastos médicos mayores.


Pero no solamente fue eso, sino que también existió una negativa de otorgarle personal de apoyo a pesar de su estado de gravidez, además que fue comisionada a otra área, de la misma manera de negarle un oficina para la sindicatura y un cajón de estacionamiento entre otros.

Después de que se diera la resolución por el Tribunal Estatal, los munícipes digamos que apelaron pero no les dieron la razón.

Por ello les decía que se amachinaron a decir que no estaba mal lo que hacían, cuando al final la síndica solamente pedía que se le tratará con respeto mientras estaba embarazada.

Solamente hay que recordar que quien quiere gobernar Cortazar también es una mujer, qué pasaría si fuera lo contario.


Yo este jueves me despido sin pasar por León, ni por una guacamaya, nos vemos la próxima porque recuerde que el que “no cae, resbala”.

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