La Noticia al Punto
Algoritmos del 03 de Octubre, por Claudia Padilla

Este martes nos encontramos entre los que piden que no los estén difamando, los que bailan con los policías y los que no saben si irán.
NO ME AMENACES, NO ME AMENACES
Eso es lo que dicen los de Morena, después de que Malú Micher, prácticamente dijera que era un “cochinero” la forma en que se llevaron las votaciones internas para elegir a las corcholatas en Guanajuato.
El que de plano puso un grito en el Cielo por las declaraciones de la senadora, fue Rudel Oliva Hernández, presidente del Consejo Estatal de Morena, quien aseguró que de él no van a estar hablando, pues no permitirán ningún acto de corrupción y mucho menos difamación.
Pero esto no fue de gratis, y es que Malú se fue con todo y denunció que existía corrupción en el interior del Consejo Estatal, pero además que se dieron actos como el soborno de consejeros para que votaran por alguno de los aspirantes, cosa que causó extrañeza, enojo y golpes bajos, pero de manera inmediata fue negada por Rudel Oliva.
El presidente del Consejo exigió, pidió, manoteó, y pegó en la mesa para que la senadora se retracte de manera pública de lo que dijo. Ahora la manera de exigir, ni es el modo, ni es el medio.
Antes de que se pongan más palabras de Rudel, si bien es cierto es que la política de Morena se asemeja a las prácticas del PRI, en sus ayeres cuando alguien quería ir o quedar al frente, si bien lo negarán, pero es una realidad.
No se trata de enojarse o decir yo no fui, pero también se tiene que tomar en cuenta que entre los guindas hay muchos que se refugiaron y que decían que eran de derecha o ultra derecha, con intenciones de operar como se hacía, como un ejemplo, Bárbara Botello.
Ahora sí, Rudel Oliva dio a conocer que, en el consejo que se realizó el 28 de septiembre, se votó de manera libre, secreta y democrática, sin condicionamientos de ningún tipo, situación que no se puede demeritar nada más porque a una persona se le ocurrió salir a decirlo.
Además, reconoció que son incluyentes y no presionan a nadie, pero no permitirán que se ponga en tela de juicio la calidad moral, ética y principios que distinguen a cada uno y una de los 150 consejeros, ¡éndele pues!
Si bien el consejero presidente exige las disculpas públicas a la senadora, entonces las pedirá de cada uno los militantes que no están de acuerdo, en ese caso que se anteponga que nadie puede hablar o decir porque Rudel Oliva se enoja y mandará cartas que él sí hace públicas cada cinco minutos a través de sus redes sociales.
Tolerancia es lo que falta dentro de Morena, pues tienen que recordar que la ropa sucia se lava en casa.
El que se enoja pierde
LISTOS O NO
Más bien no mucho, y es que en Apaseo el Grande, muchos quieren ir a la alcaldía por el PAN, y creen que tienen todos los puntos para poder ganarla de todas todas.
El que ve una segunda vuelta es José Luis Oliveros Usabiaga, quien sí quiere ir, pero también espera que se le den otros ofrecimientos como una diputación ya sea federal o local.
En caso de que no sea así, Chelis Oliveros, pudiera ir a una reelección donde dicen que los números sí le alcanzan para ganar, pero ya veremos, ni el mismo alcalde se quiere adelantar mucho.
Uno de los temas que se tienen que ver es el de la inseguridad, que no se puede dejar de lado y que por eso no muchos quieren entrarle al quite.
De ahí se viene otros nombres, la que no causa mayor sorpresa es la diputada Katia Soto Escamilla, quien ahora es diputada local, ha trabajado en muchos temas, pero algunos han quedado inconclusos, como el de la equidad, pues una cosa es decir y otra cosa es hacer.
El que había aparecido también entre los nombres fue el ex alcalde Lorenzo Licea Rojas, quien de plano dijo que no le interesa entrarle y mucho menos por el PAN, que ahora se encuentra ocupado en temas académicos y no políticos.
El que espera, desespera
¿ARRIBA LAS MANOS?
O así se pudieron sentir los visitantes a la Feria de San Miguel de Allende que iban a ver la presentación de grupos norteños, al encontrarse que eran custodiados por policías armados hasta los dientes.
La intención dijeron era no solamente cuidar a los sanmiguelenses sino además a los grupos, para evitar que lleguen los malos y la fiesta se convirtiera en algo más, de esas cosas que “nunca” pasan en Guanajuato.
Los asistentes creyeron que fue mucho tener policías con armas de alto calibre, cuando lo único que querían era divertirse.
El alcalde Mauricio Trejo sin temor reconoció que hubo saldo blanco
Todo sin novedad…
Este marte me despido sin dar réplica porque luego mandan dos hojas de peticiones y sin bailar el tucanazo, nos vemos la próxima porque recuerde que el que “no cae, resbala”.