Este viernes 29 de marzo, las autoridades sanitarias de Tlaxcala confirmaron un preocupante aumento en los casos de parálisis flácida aguda (PFA), asociado al síndrome de Guillain-Barré (SGB), con un total de 81 casos notificados hasta la semana epidemiológica 12. De estos, 42 han dado positivo por la bacteria Campylobacter jejuni, una de las principales causas vinculadas a esta condición.
Lamentablemente, se han registrado cuatro defunciones, todas en proceso de dictaminación por parte de expertos en el área. Este incremento en casos ha generado alarma, especialmente considerando la inusual magnitud del brote. El doctor Alejandro Macías, reconocido por su papel en la lucha contra la epidemia de influenza en 2009, ha señalado que la extensión del brote sugiere una fuente de contaminación común, posiblemente relacionada con el agua de consumo.
Las autoridades sanitarias han iniciado investigaciones exhaustivas, incluyendo la información de antecedentes de infecciones gastrointestinales, respiratorias y vacunación contra Covid-19 e influenza, así como el análisis del consumo de carne de pollo y lugares de compra o consumo. Además, se ha recomendado la medición del cloro residual en las localidades afectadas y la implementación de medidas de higiene y desinfección de alimentos en la población en general.
El SGB es una enfermedad autoinmunitaria que afecta los nervios fuera del encéfalo y la médula espinal. Sus síntomas incluyen debilidad y dolor muscular, entumecimiento, hormigueo y dificultades en funciones como visión, habla, deglución y control de la vejiga. Puede progresar rápidamente, causando parálisis y complicaciones graves como dificultades respiratorias y alteraciones en la presión arterial o el ritmo cardíaco. Sin embargo, la mayoría de las personas afectadas logran recuperarse con el tiempo, según el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos
Por Salvador Sánchez
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