Aeroméxico ha anunciado la suspensión temporal de operaciones de sus aeronaves modelo 737 MAX-9, la versión más reciente de dicha aeronave del fabricante Boeing. Esta decisión se toma después de un incidente reportado en la flota de Alaska Airlines, donde una salida de emergencia explotó, provocando una despresurización en cabina.
En cumplimiento con las directrices de la Administración Federal de Aviación (FAA), Aeroméxico ha decidido mantener en tierra sus aeronaves MAX-9 mientras se lleva a cabo una inspección exhaustiva. La aerolínea mexicana, en un comunicado emitido el sábado, aseguró que la revisión de su flota MAX-9 se completará lo antes posible, y se compromete a colaborar con Boeing y las autoridades competentes.
El incidente en Alaska Airlines ocurrió el viernes 5 de enero, cuando el vuelo 1282 se encontraba a unos 20 minutos de vuelo. Una explosión en la parte trasera izquierda del fuselaje causó un agujero significativo, resultando en la inmediata pérdida de presión en la cabina. A pesar del impacto visual, el avión logró aterrizar de manera segura en Portland, Oregón, sin que se reportaran heridos entre los 171 pasajeros y seis tripulantes a bordo.
Este suceso ha llevado a la FAA de Estados Unidos a ordenar la inmovilización temporal y la inspección de algunos aviones Boeing 737 MAX-9 operados por aerolíneas estadounidenses. La medida afecta a aproximadamente 171 aviones en todo el mundo, según un comunicado oficial de la FAA.
Aeroméxico, que cuenta con al menos 19 aeronaves MAX-9, se suma a otras aerolíneas afectadas por los problemas relacionados con la familia MAX de Boeing. Cabe recordar que los modelos MAX-8 estuvieron en tierra durante más de un año debido a fallas que resultaron en tragedias con pérdida de vidas en vuelos en Indonesia y Etiopía. La industria de la aviación está ahora en alerta máxima mientras se espera el resultado de las investigaciones y la implementación de las medidas necesarias para garantizar la seguridad de estas aeronaves.
Por Salvador Sánchez
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