En el primer juicio en México relacionado con el uso de la tecnología de espionaje Pegasus, el juez a cargo ha absuelto al único acusado, Juan Carlos García Rivera, empleado de una compañía privada que operaba este programa de infiltración telefónica. A pesar de la absolución, el magistrado ha reconocido la evidencia de que la prestigiosa periodista Carmen Aristegui fue espiada, instando a la fiscalía a continuar la investigación.
La información fue proporcionada a The Associated Press por Leopoldo Maldonado, asesor legal de Aristegui y miembro de la organización Artículo 19, quien expresó sentimientos agridulces después de siete años de batalla jurídica. Maldonado destacó la importancia de la confirmación del espionaje contra Carmen Aristegui y la vulnerabilidad del sector periodístico ante tales agresiones.
El periodista había afirmado antes del fallo que, independientemente de la resolución, el proceso dejó claro que fue espiada en represalia por su trabajo periodístico, y pidió que las continuaran investigaciones, dado que la orden provino de una autoridad pública.
El abogado de García Rivera, Cuauhtémoc Vázquez, afirmó que no duda de que la periodista fue espiada, pero sostuvo que no fue su cliente quien lo hizo, sino el gobierno anterior por motivos políticos. Vázquez confía en que García Rivera pueda quedar en libertad este fin de semana tras dos años de prisión.
Carmen Aristegui fue objeto de espionaje entre enero de 2015 y julio de 2016, mientras investigaba y publicaba casos de corrupción vinculados al expresidente Enrique Peña Nieto. El programa Pegasus, desarrollado por la empresa israelí NSO Group, se utilizó para infiltrar los teléfonos celulares de diversas personalidades, según reveló una investigación global en 2021.
Durante el juicio, un testigo protegido identificado como Zeus afirmó que las órdenes de infectar dispositivos con Pegasus provenían del entonces presidente Peña Nieto, su secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong, y el ex titular del Centro de Inteligencia y Seguridad Nacional (CISEN) Eugenio. Imaz. Estas interceptaciones se realizaron a través de empresas intermediarias autorizadas por NSO Group.
Aristegui indicó que la defensa de García Rivera se basó en la afirmación de que el motivo del espionaje era gubernamental, no empresarial, y que la magnitud de números telefónicos infectados demostraba un espionaje masivo respaldado por una infraestructura gubernamental.
Por Omar Carmona
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