La Marcha con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, celebrada el 25 de noviembre, concluyó con un rotundo éxito, evidenciando la unidad y determinación de alrededor de mil 500 participantes. El saldo final fue completamente blanco, destacando la efectividad del operativo interinstitucional implementado por el Gobierno de la Ciudad de México.

El despliegue, coordinado por la Secretaría de Gobierno (SECGOB), la Secretaría de las Mujeres (SEMUJERES), y la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México, contó con la colaboración de diversas instituciones, incluyendo la Subsecretaría de Control de Tránsito de la SSC y el Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM). También se sumaron trabajadores y trabajadores de las secretarías de Obras y Servicios (SOBSE), de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil (SGIRPC), así como del Heroico Cuerpo de Bomberos. La marcha transcurrió sin contratiempos, evidenciando la efectividad del dispositivo de seguridad implementado en varios puntos estratégicos de la ciudad. La participación ciudadana reflejó el compromiso colectivo en la lucha contra la violencia hacia las mujeres. En un emotivo cierre de la manifestación, se destacó la ausencia de incidentes y la voluntad de los participantes de expresar sus demandas de manera pacífica. Entre las consignas, se hizo hincapié en la necesidad de evitar la instrumentalización política de las víctimas de feminicidio, con testimonios como el de María Patricia Becerril Gómez, quien lamentó que las promesas de justicia en campañas electorales no se traduzcan en acciones concretas. La marcha, que partió del Ángel de la Independencia con destino al Zócalo de la Ciudad de México, estuvo marcada por consignas contra el patriarcado, la corrupción judicial y la inseguridad. Destacó la creatividad de las participantes, expresada en carteles con mensajes contundentes como "Varón aliado, te tenemos fichado", "Me niego a ser un capítulo de Leyendas legendarias" y "México feminista. Ni perdón ni olvido". En un gesto simbólico, las vallas que cubrieron el Palacio Nacional fueron adornadas con pequeñas siluetas de mujeres, cada una con la fotografía, nombre y fecha de la víctima, recordando a aquellas que han perdido la vida debido a la violencia de género. En esta ocasión, la marcha demostró que es posible expresar el repudio a la violencia sin recurrir a disturbios, vandalización de comercios o pintas, resaltando la fuerza de la voz unida de las mujeres en busca de un México más justo y seguro para todas.
Por Omar Zarate.
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